Para que los niños puedan llegar a ser lectores de Literatura, para generar una posición independiente y crítica frente a la masividad de información es necesario crear las condiciones que permitan a los estudiantes actuar como lectores y escritores desde el momento en que ingresan a la institución:
El propósito de la enseñanza es que cada vez que el estudiantado utilice el lenguaje pueda desarrollarse y entablar relación con los otros, para ello debemos promover en el aula situaciones en las que se lea, escriba y hable con los mismos propósitos con los que se lee, escribe y habla en la sociedad. Se trata de tomar como modelo de referencia las prácticas no escolares para construir desde ellas situaciones escolares.
Las prácticas del lenguaje están siempre presentes en la vida social y se ejercen con variados propósitos.
Se lee para: entretenerse, identificarse u oponerse con los sentimientos de otros, para entender cómo se vive en lugares desconocidos, para pedir disculpas, comunicarse con los otros, etc.
El lenguaje es una fuente inagotable de temas de trabajo. Y se justifica por sí misma. El lenguaje escrito no es sólo literatura, por eso hay que trabajar otros textos pero la buena literatura es la culminación del lenguaje escrito. Constituye una parte fundamental de la cultura que la escuela debe poner al alcance de los niños.
El maestro no debe olvidar cuál es la intención fundamental de del lenguaje: PRODUCIR UN PLACER. Por el entretenimiento que produce, por la belleza estética, por su conexión con nuestros sueños y fantasías, por su capacidad de hacer vivir aventuras, héroes, mitos.
El placer, que justifica la lenguaje, debe vivirse en el aula. Debe vivirlo el maestro y comunicarlo. Las actividades con textos literarios se deben preparar de modo que el niño sienta el placer de leer textos literarios y de elaborarlos. (ESCRIBIR Y LEER: curso telemático de lectura y escritura)
Nos planteamos esta estrategia teniendo en cuenta que el contacto permanente con el lenguaje oral – lector y escritor, el cual no puede estar, pues, ausente de la vida académica, ya que, es ella la que nos permite imaginar, comparar la vida, conocer a los demás y a nosotros mismos, despierta el gusto por la lectura y motiva la expresión de formas particulares de sentir, ver y recrear el mundo.
Además en nuestras escuelas el problema que más está presente es la dificultad para leer, interpretar lo que se lee y tener el gusto o hábito por la lectura.
Generalmente como maestros enfatizamos en la lectura, pero tomamos siempre la actividad de lectura para enseñar a leer o practicar una buena pronunciación, o como complemento de otras materias, pero generalmente no se toma lenguaje oral para hablar con sentido comunicativo ni como herramienta para iniciar el acercamiento al trabajo paratextual y menos para hacer de la lectura un medio para conocer otros contextos.
Creemos que como maestros tenemos el reto de enseñar el lenguaje oral – lector y escritor como tal, siempre se utilice para diversas cosas como enseñar valores, como motivación en las clases, etc., en esta oportunidad vemos que hace falta un acercamiento más a ello, nuestro desafío es hacer más interesante el lenguaje oral, que nuestros estudiantes tengan contacto más cercano con él y formar con el habla en clase, un instrumento vehiculizador de experiencias significativas para que la experiencia lectora y escritora marque un primer encuentro con el maravilloso camino de convertirse en lector y escritor. Sabiendo que el último lugar donde nos incentivaron para ese gusto, ha sido la escuela, queremos cambiar esta historia y ser verdaderos promotores de la lenguaje oral – lector y escritor.
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